Nos dimos cuenta que es necesario hacer pausas. Darle a la mente y el cuerpo un respiro para recargar energías. De allí surge la idea del turismo de desconexión. Consiste en viajar a destinos donde sea posible alejarse de los dispositivos electrónicos y el ruido citadino. Pueblos tradicionales, zonas montañosas y bosques de espesos verdes …